En el post de hoy vamos a restaurar el marco de un espejo viejo.
Este espejo de grandes dimensiones llegó a nosotros de manos de un familiar.

En la foto de la izquierda tenemos el aspecto inicial del espejo.

 

El marco del espejo debido a su antigüedad, tenía algunas partes rotas y también innumerables manos de pintura, una sobre otra, ya que este espejo lleva unos 100 años reflejando imágenes.

Así que decidimos arreglar los desperfectos y darle un nuevo color ya que el dorado con brillos que tenía no nos gustaba para la nueva ubicación del espejo.

Lo primero que hicimos fue quitar el cristal para no dañarlo y poder trabajar más fácilmente, ya que estaba en perfectas condiciones.
Estos espejos antiguos suelen llevar por detrás un cartón y una infinidad de clavos en el interior del marco que hacen de tope.

Una vez que quitamos el cristal decidimos que la mejor manera para quitar la pintura era combinar decapante con procesos mecánicos, es decir lija y paciencia.
Como el espejo tiene muchas curvas y adornos hay que lijar con mucho cuidado para no reducir su relieve ni estropearlas.

 

Para las esquinas donde es imposible lijar utilizamos decapante en gel y luego le dimos con un cepillo de cerdas metálicas, y para rematar con más precisión le dimos con la Dremel y con un disco de cerdas metálicas más fino, para así poder quitar toda la pintura y dejar a la vista la madera.
Una vez hecho lo más difícil que fue sin duda quitar todas las capas de pintura que tenía, quedó a la vista un marco mucho más bonito con unos relieves más acentuados al no quedar “difuminados” entre las capas de pintura.
Encima de estas líneas tenemos una foto del marco una vez quitada toda la pintura.

Lo siguiente que hicimos fue reparar con masilla las partes rotas y los golpes que tenía.
En el centro del espejo tenía una zona bastante dañada, ya que parecía que el adoro central había sido arrancado, por lo que reconstruimos un poco el dibujo del marco y luego compramos un adorno para tapar mejor aún esa zona.

En esta foto podemos ver lo dañado que estaba el centro del marco antes de repararlo con masilla y ponerle el adorno.Y en esta otra lo tenemos ya con el adorno puesto en el centro y que pintamos acorde con los colores del espejo para tapar el desperfecto.

Nos habría gustado dejarlo así, con la madera vista, pero tenía diferentes tonos y el conjunto no quedaba muy bonito, así que decidimos darle un toque más moderno.

La nueva localización del espejo sería en una casa de campo por lo que optamos por el rojo, pero al pintar todo de rojo los adornos no resaltaban.

Así que decidimos darle un buen contraste con negro y que diese la sensación de que los adornos eran como arañas que se enganchaban al marco.
Así que con un pincel y paciencia fuimos retocando todos los adornos hasta que quedó a nuestro gusto.

Después de lijar todo, limpiamos bien el polvo del lijado y todo el marco con un trapo mojado en alcohol.
Pintamos todo el marco de rojo y luego fuimos dando color con un pequeño pincel a todos los adornos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Y el resultado final

Hasta el próximo post………….